Veo un movimiento que se está produciendo entre nuestra generación.
No se basa en ningún tipo de innovación o nuevos ideales cocinados en un laboratorio remoto. De hecho, este movimiento ha sido el más consistente, práctico y a menudo visto en la historia del mundo. Veo a una gran parte de mi generación empezando a comprender los principios de la descentralización.
La descentralización, probablemente un término demasiado complejo que usamos, es lo mismo que quitarle el poder a los que están en el poder. La versión más conservadora de la descentralización es tomar la responsabilidad colectiva de las funciones sociales. La versión más radical es la Revolución.
La razón por la que este movimiento parece haber saltado a mi vista es que no sólo está sucediendo a una disciplina específica, profesión o aspecto de la vida social. El nacimiento del principio (como todos los principios de crecimiento orgánico) ha empezado a impregnar nuestra cultura artística, editoriales de negocios, informes académicos, manifestaciones colectivas y mensajes políticos. Ya sean ocupantes en Wall Street, o estudiantes de educación desilusionados blogueando sobre la reforma del sistema; el movimiento es interdisciplinario.
Ahora, más que nunca, veo los mismos principios en funcionamiento en nuestros corazones hoy que estaban en funcionamiento en los corazones de los padres fundadores cuando crearon una nación con un sistema de gobierno ampliamente descentralizado. Cuando los derechos de los estados eran primordiales y el porte de armas se convirtió en una ley para protegerse del poder centralizado y a menudo injusto.
Durante los últimos 50 años hemos creído en la falacia de que la especialización y la competencia no regulada es un beneficio holístico para todos. Como dijo Reagan:
"Tenemos tanta gente que no puede ver a un gordo parado al lado de uno delgado sin llegar a la conclusión de que el gordo se puso así aprovechándose del delgado."
Hemos entregado las necesidades, nuestras familias, nuestras tierras y vidas a corporaciones y gobiernos que hemos llamado perezosamente "especialistas" y esperábamos que todo saliera bien porque al final se preocuparán por nuestro "bienestar". Hemos creído la mentira de que los forasteros con títulos y certificados son más eficaces y eficientes que nosotros para resolver nuestros problemas de necesidad y suficiencia. Los terapeutas resuelven nuestros problemas familiares mejor que las madres y los padres; los asilos cuidan de nuestros ancianos porque no tenemos necesidad de su amor y sabiduría moral.
Veo una generación de jóvenes que quieren recuperar el poder por sí mismos. Recuperar la provisión económica y las diversas habilidades que crecen en nuestras manos. Ser independientes, de espíritu libre y responsables de su propia supervivencia. Gente con verdadera independencia y libertad, que no depende de ningún sistema de riqueza creada, pero que es próspera en todos los sentidos. Estamos listos para ser vecinos de nuevo. Estamos listos para asumir la responsabilidad de cada uno y no tener miedo del otro. Estamos listos para la comunidad de nuevo. Estamos listos para escucharnos de nuevo. Estamos listos para aprender unos de otros otra vez. Estamos listos para divorciar la eficiencia del tiempo por la diversidad de relaciones.
Sin embargo, habiendo dicho todo eso, creo que la mayor parte del movimiento es joven e inexperto (yo incluido). No sólo en las diversas habilidades necesarias para poder crear economías y gestionar la comunidad con responsabilidad, sino también en las habilidades que nos ofrece la economía industrial. Esas aptitudes también son valiosas, los fundamentos empresariales y la comprensión del instinto asesino son necesarios para dirigir un proyecto con éxito. Las habilidades que pueden convertirte en un ganador en el mundo corporativo no deben ser ignoradas o descartadas, sólo implementadas dentro del contexto apropiado.
Creo que los principios de la descentralización están creciendo orgánicamente, pero eso es sólo la mitad de la batalla. No importa cuán noble o exitoso sea un principio, no vale nada a menos que la gente se vuelva experimentada y lo suficientemente valiente para traducir esos principios en acciones y prácticas de trabajo. Para que eso suceda, los líderes de las disciplinas cruzadas deben crear oportunidades para comprometer las mentes brillantes (atrapadas) y las capacidades que la mayoría de nosotros tenemos.
Así que, como toda revolución puede verificar, nada sucede a menos que nos hagamos hombres y empecemos a construir sobre principios con una justa suposición de lo que estamos haciendo. Así que, todos ustedes "pensadores" y todos ustedes "artistas", hagan algo. Educar a su comunidad, predicar la independencia. Mi corazón está con ustedes, Ocupantes; ahora vayan a aprender lo que es un mercado y lo que necesitan hacer para cambiarlo en sus pueblos. O vengan a Panamá, estamos tratando de averiguarlo aquí en Kalu Yala.
Por cierto, míranos, mini-refugio/jóvenes trabajando desde los principios y desarrollando la aplicación en una economía en desarrollo. Si te interesa alguno de estos, echa un segundo vistazo, puedes estar aquí en enero:
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